Pintar con luz es usar un pincel de luz.
Cuando tienes esa oportunidad de que con tu mano vayas dibujando la superficie, pero ir descubriendo las curvas creo que despierta esa sensualidad, la elegancia es lo sutil, siempre cae mejor cuando la descubres y no es tan evidente.
Ahí es cuando ocurre la magia, la magia que yo creo que cualquier diseñador o cualquier fotógrafo, escritor, poeta, ilustrador quisieran encontrar en el momento de hacer clic.